El árbitro, de Alcoy, Saúl Ais Reig, tuvo más moral que el Alcoyano dando de propina un alargue de 9 minutos sobre los noventa reglamentarios este lunes 30 en el que, por fin, se encarriló la primera victoria de uno de los dos equipos que no ganaron en las dos primeras jornadas. Por el mismo precio los espectadores (10.000 en La Romareda) y además todos los que le dieron al botón del mando a distancia del televisor para que saliese GOL TV, vimos un espectáculo en el que se reivindicó la guapa camiseta rojo Cartagena y salió un resultado chulísimo para el Efesé, obtenido de chiripa.
Para empezar más de uno se hizo lapichaunlío viendo en la alineación al dorsal 4, Clavería, que luego (39') pudo marcar al escupir el meta argentino de los aragoneses un trallazo de Gallar, que puso su chispa en las tinieblas de una noche en la que todo comenzó con sorpresa alineatoria.
-Carrión El Mentalista se ha vuelto loco...
Si es cierto que a Clavería ya le habían puesto en la previa a martillazo, crucificado, los tres clavos de su despido inminente, parecía un dislate (aquí ay tomate, guate, guate, que dijo el azteca) el hecho de que jugase. Pero unas veces peor y otras mejor, el madrileño (se pasó el partido sonriendo, menos cuando le atizaban en las corvas) fue uno de los que consiguieron en Zaragoza, con ayuda de todos, una victoria elemental, querido Watson.
Pero habrá que colocar en los altares a San Marc Martínez que lo paró todo en La Romareda y se quedó tan pancho con una colección de despejes y blocajes para borrar el estigma de los 5 goles encajados ante Almería y Huesca, dos de los mejores lobos carniceros del grupo, que ha comenzado con todos los equipos echando fuego por la boca. Como el Real Valladolid y la UD Las Palmas, dos conjuntos que me han encantado por la manera de llevar sus partidos al terreno que les interesa. Esta liga es igualadísima, las sorpresas saltan como liebres eufóricas, y no miento si dejo escrito que un novato Amorebieta mareó en el prestado terreno de Lezama a los almerienses, que perdieron 2-1 y pudieron encajar más.
A DEFENDER EL BOTÍN
En Zaragoza el Cartagena se defendió como no lo había hecho antes, con los centrales Andújar y Alcalá destacando. Estuvo al quite y creció como conjunto capaz de guardar su viña con uñas y dientes de titanio postizos. El míster se lució con una estrategia que, como todas las que acaban en triunfo, vale. Los apoyos aparecieron y además el ataque maño no estaba para muchos trotes y tiraba a gol con escopeta de caña, Tampoco el Efesé se pasó de la raya atacando, mal en el centro del campo. por si terminaban escoriaos por tanto esfuerzo físico. Y el gol (lo que vale es el gol, atención) tuve que verlo cinco veces para saber quién diablos lo marcó. Minuto 71.
Fue Fran Gámez, quien desvió la trayectoria a la red a propia meta, con ayuda celestial para el Efesé. Gámez, valenciano, de 29 años, rechazó ofertas para jugar en el extranjero y fue el primer fichaje baturro de la temporada. Por su culpa JIM, con el autogol se tragó el décimo chicle de clorofila, de usar y tirar, en la noche, no rezó lo suficiente a la Pilarica o sería que Luis Carrión imploró ante la Caridad con más devoción. Lo mismo que haría Paco Jémez en El Collao en aquel ascenso imborrable con ayuda divina que dejó al Alcoyano en la estacada y también a Pepe Bordalás, el hoy ilustre míster del Valencia y primo hermano de JIM.
Si nos descuidamos el partido no acaba nunca, con tanto descuento...
El partido en la tierra del cachirulo lo cortó cundo quiso y cuanto quiso el Cartagena, a riesgo de tener que dar paso con mucha frecuencia modulada a las atenciones sanitarias por las dos señoritas facultativas rubias de las trenzas. Y algo inédito: el prudente Simón Ruiz, el delegado del equipo, vio cartulinazo amarillo seguramente por perder tiempo. Poco tiempo, sí, para los relevos Neskens (73'), Boateng (81') Alfredo Ortuño y Gastón, ambos en el 87.
UN ZARAGOZA CON HISTORIA DE RICO VENIDO A MENOS
Un ciezano, Luis Belló,
llevó como entrenador a la cumbre del Real Zaragoza y el hombre ya ha cumplido 92 años. En julio de 1964, se
proclamaba campeón de Copa por primera vez en la historia del club. El Santiago Bernabéu
fue marco de una final en la que los maños vencieron por 2-1 al Atlético de
Madrid con goles de Carlos Lapetra, padre del actual presidente Christian Lapetra y el sevillano Villa, hoy octogenario con ocho años de vida zaragoicista. En el mismo año conquistaron la Copa
de Ferias, que hoy equivale a la Copa de la UEFA con un 2-1 al Valencia en el neutral Camp Nou, con
goles de Villa y Marcelino. Era la etapa de los Magníficos.
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Hoy los zaragocistas en pleno declive, entre una maraña de deudas,
sienten el riesgo extremo de la desaparición. Salvaron el pellejo el curso pasado, con la
llegada de JIM, que promedió 1'68 puntos por partido desde su arribada al club. En el presente ciclo de ocho campañas en Segunda de los baturros alcanzó resultados parecidos.
Y este lunes jugaron un lance de los que alguien bautizó de a cara de perro.
Me figuro un pit bull terrier o un dogo argentino peleando en La Romareda por
los tres puntos, cual si fuese un canódromo. Aun así el Zaragoza merece un respeto
(como el FC Cartagena) porque su afición manda romana, de siempre: este año en
tres semanas se han inscrito como socios 17.900 personas, de las que unas diez
mil han podido asistir a este choque de la tercera jornada entre dos maletillas
en la categoría aún no habían conseguido vencer. El Efesé se llevó el gato al agua: 0-1.
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