PUNTO DE VISTA / Paco Belmonte se ha quemado ya en el Cartagena y debe dejar de pensar en un nuevo proyecto
Miércoles 16 Abril de 2025
Cuando un día se planteó en una reunión de aficionados, abierta pero sin votos que decidiesen, la opción de Pedro Cordero que en el fondo era el hombre de Quique Pina, ganó la bandera de Paco Belmonte que siendo periodista, como Manuel Sánchez Breis, se hizo responsable. Breis apareció en escena más tarde. Paco dijo haber desembolsado de sus ahorros 90.000 euros.
EL BLOG DE GUILLERMO JIMÉNEZ
Pero, con el tiempo, las personas sufren erosiones, se queman y las conductan cambian. Es normal como la vida misma. Siempre había dicho Belmonte ser el dueño, el jefe supremo del club. Y no era cierto. Se admiten las mentiras piadosas. Siempre se han admitido.
El jefe es quien ha cambiado el curso del río y ha cerrado los grifos del dinero para optar por la resurrección del Real Murcia, el vecino que también tiene derecho a progresar porque se lo demanda su más numerosa afición y su historia. Por censo de población, por instalaciones deportivas y por respaldos políticos. Felipe Moreno, de 65 años, más cordobés que la Mezquita, que con su esposa al lado encumbró al Leganés, para el que Belmonte trabajó, le ha dado la vuelta a la tortilla.
De entrada Belmonte salvó del descenso del Cartagena en el partido del Anexo del Gran Canaria ante el Las Palmas Atletico (1-1), entrando en el club en régimen de alquiler, y antes se tuvo que ganar porque sí en Jaén 1-2 para no bajar ya. Y luego se quedó con él, con un Efesé que habia acusado los efectos de aquel híbrido de Sporto Gol Man, que parecía un montaje de película con un propietario que vivía en Valencia. Una cosa rara.
Ha estado en los momentos más felices del Cartagena, en la Rosaleda con el ascenso en diciembre de 2019 en tiempo de pandemia frente al Atlético Baleares, con Borja JIménez (hoy Leganés en Primera, de entrenador y con él, que había relevado al uruguayo Gustavo Munúa, de 47 años, al marchar a su país, se ha podido pensar en un hipotético ascenso a Primera, pero Paco Belmonte no ha dejado de ser un hombre de paja o testaferro retribuido, asalariado. También normal.
Trabajó en el fútbol en el Reino Unido y en Hungria contratado por el Ferencvaros, equipo de barrio de Budapest, para mejorar sus conocimientos.
Aunque, insisto, se ha quemado y pienso, ha dejado el palco vacío de representación de la propia entidad y como muchos otros piensan, pienso no sería compatible con el dueño del Jimbee, Jiménez Bosque, en los destinos del Efesé, dado el caso, que también está por ver.
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