CON LOS DEBERES HECHOS (III). Gonzalo Verdú, un '5' de Primera en el Elche CF, debutante en la Liga Santander


 El menda confiesa ignorar, hasta no hace mucho, que el jugador Gonzalo Verdú, al que en Elx y en el Elche CF llaman el Kaiser, el mismo que salió del FC Cartagena rumbo al palmeral de Europa, captado sospecho por un muy buen ojeador Jorge Cordero, hoy en el Cádiz y antes jugador al que partió por el eje una lesión crónica e irreversible en la rodilla derecha. Con 28 años y tuvo que dejar el fútbol para pasar a cobrar una pensión de la Seguridad Social actuando en el Xerez Deportivo tras dictamen de un tribunal médico. Jorge tuvo su momento de gloria en 93 minutos que jugó en Primera con el Real Mallorca, repartidos ante el Espanyol y Real Madrid. Después ingresaba en la dirección deportiva de los ilicitanos  a mediados de junio del mismo año. Gonzalo se despidió del Efesé con un tuit (uno, para ahorrar) y había trabajado en la India, en el Sporting de Boa, por poco tiempo en la patria de Gandhi, tan poco que solo estuvo allá tres días por 2013, donde andaban dos entrenadores españoles, los vigueses Óscar Bruzón y Daniel Fernández, ambos muy conocidos en sus respectivos domicilios a la hora de minchar pero estrellas de la estrategia en el fútbol asiático, de éxito en China y hasta Bangladés. Tampoco son excesivamente populares en España los dos compañeros compatriotas en aquellas tierras asiáticas y oceánicas: Juanfri, delantero, hoy en el St. Joseph's de la Premier de Gibraltar, y Ángel Berlanga, toda una ganga, en la actualidad en Nueva Zelanda, donde no hay ascensos ni descensos en las dos primeras categorías.

El techo de Gonzalo Verdú, por encima de su 1,89 de estatura,  lo ha alcanzado en la recién concluida Liga Santander en la que el capitán maravillas  en versión franjiverde se ha mantenido en la máxima categoría, en la que debutaba. Que repiquen las campanas porque Gonzalo, el dorsal 5, es de los futbolistas que escriben con sudor su currículum yendo de un sitio a otro, como aquel holandés errante  Esta es su retahíla de equipos por los que ha pasado dibujando una progresión muy progre: AD La Manga, Pozo Estrecho, Cartagena FC (entonces filial del FC Cartagena SAD) en el que su entrenador y también de su hermano Luis fue Juan Moreno Boluda; Pinatar, Novelda, Albacete, Osasuna B, Orihuela, Sporting de Goa, Córdoba B, Guadalajara, FC Cartagena y, desde 2017, en el Elche, un club con mucha historia atrás: 22 campañas en Primera. También el uruguayo español José Carlos Trasante, otro icono del fútbol albinegro,  fue maestro en los años jóvenes del zaguero.

Gonzalo es uno de los defensas que marca goles en las porterías contrarias. Por encima de la media natural.  Siempre lo ha hecho y eso no deja de ser un plus a la hora de ayudar en busca de triunfos. En el Cartagena hizo 4 goles en segunda B, en el Guadalajara, 2 goles en dieciocho encuentros; en el Córdoba B dos, en una atapa en la que fue controlado por Pedro Cordero, quien era director técnico de los de la Mezquita, con dos entrenadores; José Puche (8 partidos) y Romero (30 partidos como solución casera). En el Orihuela, con el que descendió a Tercera en 2012-13, consiguió 3 goles en 34 enfrentamientos, con el asturiano de Avilés Sergio Inclán (9 partidos), que fue ayudante de JIM en el Efesé; Lema (27 partidos) y Aroca (4 partidos) de preparadores: en Osasuna B, 1 gol en veintiún choques, con Merino y Enrique Martín, técnicos. En el Alba tuvo de míster a Mario Simón, que ha acabado de recalar en el Real Murcia, náufrago en la isla de las Desidias, con la idea de ascender.


Su fuerte es la colocación, la realidad de que va muy bien al cruce y destaca asimismo por la desenvoltura al intentar jugar el balón, sin complicaciones.  Casi siempre gana en los duelos aéreos. La casta y el genio son virtudes intrínsecas en su forma de responder en el campo, sacando además renta de su estatura, casi 1'90. Y no se olvide esa décima de segundo con la que salta en el área de los rivales para capturar el gol. Si hubiese actuado en Primera hace siete años tal vez habría logrado ser internacional absoluto con La Roja. El único cartagenero que lo consiguió fue Juanmi (Juan Miguel García Inglés), el portero de la tierra, ante Polonia en Cartagena, el 26 de enero de 2000, de la mano de José Antonio Camacho, ¡qué macho!, que a falta de diez minutos le hizo jugar en el puesto de Molina. Se ganó por 3-0.

Cuenta Gonzalo en el fútbol con antecedentes familiares: su bisabuelo fundó con la familia en 1890 una flota de carritos heladeros para la venta callejera; y después el abuelo Paco Verdú  siguió con la tradición una vez instalado en Cartagena.  Paco jugó de portero en la UD Cartagenera finalizando la década de los 50, cuando los blanquinegros del Almarjal, en un estadio casi bañado por el riachuelo de la Sosa cáustica que bajaba a pocos metros humeando también azufre y mixtos de trueno lanzados al cielo desde la fábrica de Productos Químicos del Hondón (después Explosivos Ríotinto), con la contaminación ambiental dando mucho  por saco. Horror, que me asfixio, Tarsicio.  El abuelete de Gonzalo tenía que pelear por la titularidad con otros cuatro colegas en la portería albinegra: Bienvenido, Luis Torollo, quien ejerció después de Policía Municipal en Córdoba; Astiarraga y Ros, como para volver loco de atar al entrenador de turno, el valenciano Rubio Meliá. Jugar era una misión imposible. Y acabó siendo cedido al Orihuela, llamado conjunto escorpión, equipo de una fuerte Tercera División, que era categoría interregional con equipos de las provincias de Murcia, Alicante y Albacete. Lo recordarán los más viejos del lugar. Los contratos de los jugadores venidos de fuera oscilaban entre las 30.000 a 50.000 pesetas por temporada, cantidades pagas por mensualidades. Los de la cantera cobraban al teveré o tarde, mal y nunca. Las directivas se beneficiaban por la llegada de estupendos reclutas (los llamaban peludos, por novatos en el cuartel  y adornaban ese calificativo dando una fuerte pisada en el suelo) futbolistas de Cataluña y Valencia, y en grado menor Andalucía, que venían a cumplir el servicio militar y de paso a jugar al fútbol y marcarse una mili pipa,  como los casos del goleador  alicantino Paquito Cortés (Hércules),que había hecho 21 dianas. Ángel Suárez Panocha (FC Barcelona amateur y CD Condal, filial de los azulgrana); Alejandro Sagarduy, desde Erandio, o aquella ala izquierda llamada infernal formada por los catalanes Pons Mercadé (Espanyol). Pons tenía parecido físico y juego similar a Álex Gallar.



Retomando un poco la historia, el señor Verdú era oriundo de la zona entre Xixona e Ibi Onil, y se había trasladado con la familia a prolongar la tradición de  un negocio heladero en Cartagena, consistente en vender con un carrito el dulce producto en principio en las calles, en cucuruchos o barquillos de canela,  y después o de forma simultánea  comerciando en un local en la  Serreta, una de las arterias que goza del privilegio de estar fija  en el itinerario de las procesiones de Semana Santa.  Más adelante  el negocio se  amplió a La Manga de Cartagena donde nació Gonzalito, que creció entre mantecados, cortes de tutifruti, chocolate y leche merengada, tolón, tolón. La familia tuvo un piso, planta baja, en la urbanización El Parque,  donde eran vecinos del conocido carpintero de Los Dolores Roque García Vera, cofrade en La Lanzada, de los Marrajos, y metido en las salsas del fútbol y del Club de Tenis en Pintor Balaca, y un pipiolo de la raqueta como Manolo Santana, que una vez que pasó por allí comenzó a marcar diferencias en su carrera hasta ganar cuatro Grand Slam. Uno de sus competidores del de la boyante dentadura era Andrés Gimeno.

EN LAS FILAS ILICITANAS JUGÓ 152 PARTIDOS

Será marinero Gonzalo que su boda con Belén fue en Cabo de Palos, un sábado de 1 de julio de 2017, en la parroquia Virgen del Mar, a las 21:15 horas, huyendo de los calores. Hoy son padres de una niña, Julia, de tres años,  que puede ser vista contentísima luciendo por la plaza Baix el uniforme del Elche CF. Uno de los invitados presentes en la boda fue el jugador ilicitano Óscar Rico (Rico, Rico. Rico el  Café de Puerto Rico).. Ya Verdú entonces era del Elche y es de los casos en los que nadie ha aclarado por qué dejó de ser futbolista del Efesé en uno de los mejores momentos de su carrera. Con los del estadio Martínez Valero (cuatro años, de momento, con 152 partidos oficiales al coleto)  ha estado más tiempo que en ningún otro club. Ya debe de saber lo que es un licor nugolet  bebido en las playas de Santa Pola, la tierra elegida por el campechano almanseño  Santiago Bernabeu para vivir y pescary la noche festera  y bulliciosa del Meló d'Aigua en 15 de agosto.

Gonzalo tiene un hermano, Luis, de 34 años, que sigue en el fútbol como defensa lateral que ha sido en el Alcoyano, Jumilla e Ibiza, siempre en 2B, y que se ligó al Quintanar de la Orden en 2020-21, en los fríos sótanos de Primera Regional. Una tarde en el Cartagonova, en un Cartagena-Jumilla, cada uno marcó un gol y todos tan contentos.

CON PACHETA, 92 PARTIDOS


De su mano, y de las de otros compis como el recién retirado Nino, que viene a ser como el Pedro Arango del Efesé,  si miramos el barómetro de los cariños,  el Elche pasó de ser equipo de Segunda B a ser de Primera. Con José Rojo Pacheta jugó 94 jornadas. Pacheta ha sido un técnico que mereció ser de los que hicieron los deberes el curso pasado. De hecho fue revulsivo en la SD Huesca hasta rozar la salvación que finalmente fue para los ilicitanos,  por paradoja el club que lo dejó en la estacada para firmar al argentino Jorge Almirón (49) quien estuvo 21 partidos hasta recibir la boleta para que entrase el valenciano Francisco Escribá, un técnico que ya estuvo tres campañas en el Elche, en Segunda y Primera, y después hizo carrera en Getafe, Villarreal y Celta de Vigo.  

Con los altoaragoneses Pacheta obtuvo 22 puntos de sesenta en juego, mientras su antecesor Michel, el exmadridista, arañó 12 de cincuenta y cuatro. Desde hace unos días Pacheta es preparador en el Real Valladolid con el punto de mira puesto de mira en el ascenso. Elegante al declarar en su presentación en Pucela la oportunidad que el Huesca le dio el curso pasado para entrenar en Primera.

Se compenetró perfectamente en la defensa datilera con el también  con Neyder (27), en las dos campañas que el central colombiano estuvo en el Elche. El zaguero colombiano pertenece al Granada.

En las filas ilicitanas Gonzalo ha trabajado con cuatro preparadores en la temporada de su debut, en 2017-18: Vicente Mir, que estuvo 14 semanas,  José Luis Acciari que hizo de puente solo en un encuentro, Josico con 12 y Pacheta con 11. En el futuro inmediato Verdú está llamado a ser indiscutible en los franjiverdes, una vez que el 2 del presente junio fue operado por los doctores Pedro Luis Ripoll y Mariano Prado, y  el médico del propio club, César Quesada, en la clínica Quirón de Murcia. Le aplicaron cirugía artroscópica en la rodilla derecha tras una lesión parcial del ligamento lateral interno. Estará a punto para el comienzo de los entrenamientos de su equipo, en julio.



En su día nuestro personaje bebía los vientos por llegar a ser jugador profesional de voley playa, antes de pensar en vivir por y para el fútbol. Hoy es un icono en el Martínez Valero, el estadio mundialista inaugurado el 8 de septiembre de 1976, relevando al de Altabix, construido en 1926 y hoy polígono industrial. El entonces Director de La Verdad, Francisco Sardaña, y servidor, que había sido entre 1970 y 1975 Delegado del periódico en Elche, fuimos invitados al solemne acto inaugural. Jugaban el titular franjiverde y la Selección de México, donde empataron 3-3. Como anécdota: Finarolli (el más finolis), Roberto Orellana y Gómez Voglino, todos extranjeros, hicieron los goles ilicitanos.  Paco Sardaña ha sido uno de los mejores directores que he conocido. Aun conservo el escrito de la oración  con la que el capellán del club, José Soler Cardona, bendijo las instalaciones hoy con capacidad para unos 34.000 espectadores. En junio de 1982 disputaron en él las selecciones de Bélgica, Ecuador y El Salvador el Mundial, en las fechas en que La Verdad, la Agencia Logos y el diario Ya me enviaron para informar a la sede de Valladolid (Nuevo Zorrilla) donde se enfrentaban Kuwait, Checoslovaquia y Francia, el combinado capitaneado por Platini.  Presencié en el estadio pucelano lo más esperpéntico que he visto en el fútbol. 

CUANDO UN JEQUE KUWAITÍ 'ANULÓ UN GOL A PIE DE CAMPO

Sucedió que un jeque kuwaití se lanzó al terreno de juego para 'anular' un  gol de los galos...y ¡convenció al colegiado! Arbitraba el ruso Miroslav Stupar y el partido enfila su recta final con el resultado  de 3-1 a favor de los franceses,  goles de Genghini, Platini y Six,  y  gracias a Alain Giresse, marcaron el cuarto tanto, después de que la defensa rival se quedara inexplicablemente parada. Mientras los galos celebraban el gol, los kuwaitíes decían que habían escuchado un silbato, al parecer desde la grada y, creyendo que la jugada estaba invalidada, se detuvieron en seco. Al mismo tiempo, desde el palco (yo estaba detrás, a cuatro metros, en la tribuna de prensa y ), un hombre ataviado con túnica y turbante se ponía en pie y  gesticulaba con la mano, invitando a los jugadores de Kuwait que se retiraran del campo. Este personaje era el jeque Fahid Al-Ahmad Al-Sabah, presidente de la Federación Kuwaití de Fútbol y hermano del emir del pequeño país del Golfo Pérsico. Y comprobando que sus jugadores no le entendían muy bien, ni corto ni perezoso el jeque decidió bajar al terreno de juego.

Al fondo de la imagen, Stupar pide sin éxito que el campo se despeje (YOUTUBE).

Al fondo de la imagen, Stupar pide sin éxito que el campo se despeje (YOUTUBE).

El jeque no tuvo ningún problema para acceder al terreno de juego. Por alguna razón incomprensible, las fuerzas de seguridad que estaban a pie de campo no sólo no impidieron que Al-Ahmad Al-Sabah bajara al partido, sino que le protegieron de la nube de fotógrafos que se apresuró a captar la imagen. El jeque dirigió unas palabras a sus jugadores y luego al colegiado. Acto seguido, y aplaudiendo, el hermano del emir regresó a las gradas. ¿Y qué hizo el colegiado Stupar? Pues ante el estupor de los franceses anuló el gol y decretó saque neutral.

La cosa no quedó así. El jeque Fahid Al-Ahmad Al-Sabah recibió una multa de 10.000 dólares y el árbitro Miroslav Stupar fue sancionado duramente: perdió sus credenciales FIFA y jamás volvió a pitar un partido internacional. Para más moro,  ocho años después de ese incidente deportivo, el 2 de agosto de 1990, el jeque Fahid Al-Ahmad Al-Sabah murió asesinado por las tropas iraquíes que habían ocupado el palacio de Dasman, en la Primera Guerra del Golfo. Vaya tela.

El seleccionador galo era Michel Hidalgo, antiguo jugador del Stade Reims, fallecido hace un par de años. En una rueda de prensa en Tordesillas, punto de concentración del equipo tricolor (rodeado el hotel por una decena de agentes de la Guardia Civil empuñando metralleta, por la entonces vigente amenaza de ETA), solo respondía a las preguntas en francés, aunque hablaba castellano a la perfección, para joder la marrana. 

 


Anécdotas al margen, es normal que a nuestro Gonzalo, siendo defensa contundente, siempre le haya gustado soltar estopa y así, Estopa, se llama su dúo musical preferido, formado por los hermanos Muñoz, con rumba catalana por delante y también se pirra por el rock de El Canto del Loco, cosa seria. 

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CON LOS DEBERES HECHOS (IV)

El próximo capítulo, dedicado a JUAN JOSÉ TOMÁS BRAU, entrenador canterano del Cartagena FC, el Efesé del Polígono.

Ha mantenido al equipo en la categoría.




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