Marc Martínez entre los 5 mejores porteros del Cartagena en los últimos veinte años
Citados por
orden alfabético y a juicio del periodista, entre los más destacados
guardametas del Cartagena en los últimos veinte años de historia blanquinegra, coloco
a dedo, refrendados también por los números, a Limones, Marc Martínez, Rubén
Martínez, Reina y Trujillo. Entre los cinco han defendido el portal
cartagenerista 452 encuentros y fueron y aún son ídolos de la afición. Tres de
ellos, el coruñés Rubén Martínez, el barcelonés Marc Martínez y el canario Carmelo
Trujillo ayudaron a conseguir sendos ascensos.
El ascenso de
Trujillo lo fue con el Cartagonova FC de
Florentino Manzano a Segunda B en una liguilla de paseo militar, y se rozó el
salto a Segunda la noche del cordobazo,
el 30 de junio de 1999, cuando casi todas las bazas las tenía en el bolsillo la
escuadra del vasco de Portugalete, el
gran Aranguren: un empate (un punto, pues se jugaba por el sistema de puntos)
era suficiente para ascender y fue el Córdoba el sorprendente ganador (1-2) con
la ejecución de dos golpes francos, por Oscar Ventaja (49’) y Ramos (55’) a la
portería sur del estadio que remontaban el 1-0 del goleador Keko (22’), de
penalti. Aquella noche el estadio tuvo una entrada jamás superada. No la
consiguieron Barça en Copa del Rey ni Real Madrid en torneos veraniegos. Los
expertos consideraban que asistieron cerca de 22.000 espectadores sobre un
aforo de 15.000. Se explica al añadir
que entonces los asientos del recinto
eran de cemento, no había butacas instaladas que habrían impedido el
apiñamiento en las gradas. Pasillos y vomitorios fueron ocupados con descaro por
el público. La seguridad fue mandada al limbo o de vacaciones por un par de
horas. Solo Floro y muy pocos sabrán lo que se recaudó todavía en pesetas
aquella noche.
Mas hubo
personas de todas las edades que abandonaron el estadio con lágrimas en los
ojos. El cordobazo quedaba marcado a fuego en la historia futbolística en
territorio ícue, tan propicio a conocer los efectos de los batacazos en toda regla.
Por suerte, el signo adverso ya está en el exilio y se comenta que Borja tiene una buena flor en el trasero. Como la tuvo el ciezano Camacho, por ejemplo.
Carmelo Trujillo, un portero seguro que fue batido en el 'cordobazo' en 1999.
La euforia,
a la que invitaba el conocido espíquer Gaspar Zamora desde la cabina de megafonía, arriba
en la tribuna, era de muchos decibelios. A la altura del batacazo final. Florentino
Manzano, próspero constructor y antes visitador médico y vendedor de coches de ocasión en Hiperauto, que solía organizar las cosas a lo grande, sin reparar en desembolsos, había encargado para el día después una comida
en Los Churrascos de El Algar, con el regalo de una botella de cava personalizada para cada comensal: el
almuerzo, también de despedida de la campaña, no se suspendió y se celebró con toda
la plantilla, directivos y una representación municipal. Aquel evento de frustraciones fue casi top
secret y solo La Verdad fue testigo en
la calle de la salida del restaurante cuando la fiesta (¿?) recortada acabó. Yo
estuve esperando fuera y luego conté lo que buenamente pude para el rotativo.
RUBÉN MARTÍNEZ, PORTERAZO REVALORIZADO
Cronológicamente, el segundo portero
en la familia albinegra considerada por el autor de estas líneas es Rubén
Martínez, quien jugó dos temporadas. De Coristanco, un pueblo coruñés de 6.000
habitantes. De la escuela del Barça, participó en dos brillantes campañas a
plena satisfacción, la primera la del ascenso en Alcoy (2008-09), con 33
partidos y 24 goles recibidos, y la segunda en 2ª B con 40 actuaciones y
cuarenta y tres goles adversos. No hubo tercera temporada en el Efesé porque
fue traspasado al Málaga por un millón de euros, aunque tenía una cláusula de
tres milloncejos. David Buitrago acertó en el fichaje y después reclamó su comisión que Paco
Gómez no tenía demasiada prisa en hacer efectivo, dijeron entonces las malas
bocas.
Rubén Martínez jugó competición europea con el Barça. Aquí le vemos con la camiseta de Osasuna.
Rubén
Martínez, siempre con la cabeza rapada y la mente fresca como un amanecer en
Sierra Nevada, tenía mucha intuición, blocaba con seguridad, más que despejaba
los balones y mantuvo su estatus y caché posteriormente en equipos como Rayo
Vallecano, Almería, Deportivo, Anderlecht y Osasuna, entre otros. Diez
temporadas en Primera lo dicen todo. Siempre ha tenido a favor el viento de la regularidad. Los altibajos apenas los conocía.
REINA,
ESPECIALISTA EN ASCENSOS, BAJÓ A 2B CON EL CARTAGENA
-
El
malacitano Manolo Reina (35 años) también fue portero sobresaliente en
Cartagena (2011-12) en Segunda. Llegó a Benipila con buen cartel y actuó en veintisiete duelos y 32
goles recibidos en sus redes. Solo actuó en una campaña aunque había firmado contrato para
tres, pero el descenso del club a Segunda B con el surrealista técnico sanluqueño Carlos Ríos finalmente hizo que se
marchase. Ríos sucedió a , quien a su vez relevó a Paco López, el valenciano de Silla, que hoy entrena al Levante. A el Paloma, triturador de preparadores, le duró cuatro jornadas.
-
Sigue Manolo Reina en activo y exprime el limón de su experiencia (temple,
agilidad y mucha mili bajo palos) como portero del Real Mallorca (Liga
Smartbank) y su hoja de servicios presenta ascensos a Primera con el Levante
(2009-10) y a Segunda con el Nàstic (2014-15).
- Reina es por encima de todo un gran conocedor de la Segunda con 194 partido, que se dice muy pronto. Empezó en la cantera del Málaga y jugó en el equipo filial en Segunda B. Una tarde en enfrentó al Cartagena y el catalán Molist, con buen gatillo, le hizo tres goles en campo andaluz del 5-0 encajado por el entonces jovencísimo portero. En su corta etapa cartagenerista Reina alternaba en la meta con el pacense Juanma Barrero hasta que acabó haciéndose con la titularidad. Mala campaña albinegra en la que algún jugador (acusaban a Abraham Paz) no se implicaba demasiado. El central gaditano puso tierra de por medio trasladándose a Israel haciendo fu como los felinos. Llegaron a acusarle de supuesta participación el fraude de las apuestas por las mafias chinas. Un día Paco Gómez tiró de la manta al denunciar el asunto, a todo pasado, en Onda Regional. Gregorio León fue el autor de la entrevista.
El vestuario, decían, era una olla donde se
cocían los picantes michirones de enfrentamientos verbales mientras el míster Carlos
Ríos ponía música alegre en los entrenamientos de su descentrada plantilla para
‘estimular’ así a sus muchachos…que no daban pie con bola. Carlos ponía la megafonía fuerte con rumbas. El club acabó en la Liga
Adelante en 20ª posición entre veintidós equipos y bajó en un desastroso
ejercicio. La dinámica de perdedor se apoderó del plantel. El jefe Paco Gómez lanzó el dinero por el sumidero con fichajes de refuerzo que no sirvieron para nada.
LIMONES, PORTERO CENTENARIO EN EL EFESÉ
Turno para
Jesús Reguillos Moya Limones. Uno de los jugadores carismáticos que haya tenido
el Efesé. En cuatro campañas albinegras actuó 142 veces. Cuando llegó a los cien el club de Paco Belmonte le
regaló la camiseta con el número que
correspondía a sus actuaciones. Fue un a modo de homenaje en la Terraza del Batel
que organizó la Federación de Peñas.
Su historial
tiene un amplio recorrido. Al Cartagena llegó Limo desde el Lucena,
con el que jugó un playoff de ascenso a Segunda, fallido porque el Huracán de
Valencia lo dejó en la cuneta. El rubio de Daimiel habría continuado en el
Efesé alunas temporadas más. Se sentía querido
en la ciudad trimilenaria y hoy también lo es en Miranda de Ebro en cuyo equipo
es el guardián del portal y ya cumple su cuarta temporada. Ascendió con Borja Jiménez a
Segunda con el Mirandés en la finalísima en el Monferit, terreno del At.
Baleares donde encajó tres goles (3-1) y
al final evitó un cuarto con un paradón a quemarropa (reflejos) que si no lo
realiza habría representado la destrucción de las ilusiones rojillas en la eliminatoria.
En la ida en Anduva el triunfo (2-0) había sido para los jabatos, que así son
conocidos los futbolistas del cuadro burgalés.
Sus estrategas en Cartagena
fueron Luis Tevenet, hoy en el Levante At., después surgió el tema enigmático del desgobierno
de Sporto Gol Man 2020 en el que estuvo nominado entrenador el
cartagenero Simón Ruiz Díaz y después Palomeque y Víctor Fernández. Finalmente
llegó Alberto Monteagudo.
MARC MARTÍNEZ COMPAÑERO DE BARTRA Y MONTOYA EN LOS JUVENILES DEL BARÇA
Si el historial de Jesús
Limones es un muestrario de estancias en equipos de norte a sur y de este a
Oeste, el actual titular cancerbero albinegro Marc Martínez no le anda a la
zaga. Por casualidad el otro día supe que el portero del ascenso del Efesé en
Málaga (con despeje del penalti más decisivo celebrado en la historia) fue
compañero en el juvenil del FC Barcelona de los defensas Marc Bartra y Montoya,
hoy béticos. También fue culé con Jonathan Dos Santos, hoy en Los Ángeles
Galaxy.
Para debutar en Segunda,
Marc Martínez (30 años) ha tenido que dar muchos tumbos en su vida como el
holandés errante. Su estreno en la categoría fue en el Carlos Tartiere de
Oviedo este año del virus más odiado. Fueron anodinas para él, me parece, sus
primeras temporadas de futbolista hasta que el punto de inflexión llegó a
partir de jugar en el gallego Somozas (2014-15) y en cinco años desarrolló un
maratoniano progreso. Tuvo una fase de dificultades en la UD Logroñés donde el
entrenador riojano Pouso prefirió que fuese el titular el veterano Miguel, de
1’90, de la propia ciudad.
Marc Martínez lleva unos años insuperables: Alcoy, Huelva y en Cartagena. / Foto FC CARTAGENA
Pero Marc apretó los dientes y aprendió, descubrió virtudes propias, pulió errores; se curtió, peleó frente a todo y ya, justo desde hacerse portero del Alcoyano afinó en tapar con una lona de fe su puerta, en la que entraban muy pocos balones. Con cuentagotas. Sesenta partidos jugó con los peladilleros y luego 80 con el Recreativo de Huelva. Repitió con los onubenses la conquista del Trofeo Zamora que ya alcanzó en los de El Collao.
En la temporada en curso Marc ha jugado todo los encuentros, diez, con el del sábado 31-O ante el Albacete con marcador de 3-1 en una solvente actuación de los de Borja. El portero ha salvado a su equipo de muchos compromisos y va tomando protagonismo en LaLiga a la par que el propio Efesé, por la difusión de las actuaciones de los mejores. Transmite una seguridad contagiosa este guatrdameta que tiene un hermano futbolista, Sergio, de 34 años, que la pasada campaña jugó con el Talavera de Fran Alcoy. El joven compañero de Marc, el competidor Marcin Bulka, de 1’98, polaco, cedido por el PSG, con las mejores referencias internacionales, tendrá que conformarse con una suplencia y armarse de paciencia.
Marc, tirando de estadística, se ha enfrentado al Efesé seis veces en
competiciones oficiales: dos defendiendo al Alcoyano y cuatro con el
Recreativo. Y nunca ganó el barcelonés: se registraron tres empates a cero y en
el resto de partidos ganó el Cartagena con un balance de 8 goles marcados a
quien hoy es una de las estrellas del equipo de Borja.
En este informe, en otras
etapas del fútbol albinegro no puedo dejar en el olvido lo que dieron de sí
guardametas como el navarro Almunia, que apenas jugó; los catalanes Kiko Casilla, hoy en el Leeds United, castigado en febrero del presente año, antes de llegar la pandemia, con ocho partidos y 76. 753 dólares de multa por insultos racistas contra Jonathan Leko, jugador del Charlton. Otro destacado albinegro en la portería fue Víctor Ibáñez (2012-13) con 29 actuaciones;
Joao, portugués que llegó desde el Oporto (Iker Casillas habló bien de él le abrió puertas) y, con 29 partidos y dieciséis goles, hoy en
el filial del Granada; Pau Torres, de Capellades (Barcelona) albinegro en
2017-18. Encajó el gol (en 90+7) en el despeje fortuito de Zabaco en la finalísima del Cerro del Espino, en Majadahonda. No convenció en el balance de su labor en la campaña.
Y otros más veteranos como el almeriense Paco López, afincado en Cartagena (ascenso a Segunda en Torrejón) y titular en Segunda; el ya fallecido Sebastián, de la tierra, y el también cartagenero del Llano del Beal, José Esteban Yepes, hoy entrenador de porteros de la UD Las Palmas. El ya retirado Juan Miguel García Juanmi, internacional absoluto ante Polonia (3-0) en el Cartagonova; el sevillano de Santiponce Luis Raudona, meta espectacular, el muleño Moreno Boluda, el santomerano Pedro Muñoz, y Juan Carlos Caballero, de Zaragoza, a quien Joaquín Caparrós le hizo jugar en Primera con el Sevilla ante el Valencia (0-3) y después no actuó más. Remontándome a la edad de piedra, tendría que citar al mallorquín Vilar (1961) y Sierra (1961), Torollo (1959), Verdú (abuelo de Gonzalo), Barea, Larzábal y más y más...
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