El Oviedo torció y dificultó al final la que pudo ser una tranquila victoria de un Cartagena notable (2-1)
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EL FC CARTAGENA AVANZA Y SIGUE PROGRESANDO
El partido de esta noche en Benipila (12 grados de temperatura y lluvia a ratos) se puso más negro que el 'caso' Enríquez Negreira cuando el argentino Sequeira, de 27 años y procedente del fútbol mejicano, hizo un seco remate de cabeza a pase de Bretones, clavó el gol ovetense (minuto 80) y el marcador se colocó en 2-1. Antes Iván Martos (9') y Damián Musto (38') hicieron sus tantos de ejecución magistral y desde entonces y hasta el último cuarto de hora el Oviedo estaba como sometido al mejor hacer del Efesé, que alcanzó su undécima victoria en la competición, en la que suma 40 puntazos.
Para compensar el desosiego de los momentos finales, acabado el sufrir, llegó el Saludo Vikingo, la mare que lo parió, con las palmas y el tambor de Nicanor funcionando. Valga el inciso.
Desde el minuto 80 el Cartagena cayó en brazos de Morfeo, que para eso es el dios del sueño; se confió y vinieron las madres mías y el riesgo de sufrir telele por parte de los espectadores albinegros más nerviosos. "¿Te has traído algún lexatín al campo, Pepe?, más de uno preguntó con el canguelo o jindama a flote al compañero de localidad. El Real Oviedo vio un resquicio con su golito y se creció; fue estimulado por el bajón del anfitrión y atacó, corrió más, acertó y hubo minutos de zozobra en las filas cartageneristas. Y de dudas. Ahí la afición volvió a estar como se debe cuando se tiene que ser el jugador 13, el 14 o lo que haga falta.
Antes y durante el 2-0 el Efesé había desarrollado un juego notable, de pase, profundo, ordenado y con la defensa mandando. Pêpê fue Don José en el centro del campo, y Jairo en posición ofensiva por la derecha, pero no pegado a la banda, hacía virguerías, desbordando y con centros de lujo. Junto al buen trabajo del cerebro Pablo De Blasis.
Y no fue porque el Cartagena no tuviese ocasiones de gol merecedoras de cristalizar en el tercero de la noche. Ortuño, como es habitual, todo fue salir y pifiar.
BIEN RECIBIDOS LOS REYES DE LA SEGUNDA DIVISIÓN
Esta noche vinieron, y fueron bien recibidos, vestidos de corto, los jugadores representantes del primer presidente del Real Real Oviedo, Tartiere, que no era el que mejor hacía las tartas del Abuelo en el Principado de Asturias, patria querida. Carlos Tartiere y Alas-Pumariño dejó de existir en 1950 y fue un potente y triunfador empresario de la automoción. Uno de los puntos fuertes del Grupo Tartiere, y su filosofía, hoy es la innovación y la protección y cuidado del medio ambiente. El distinguido señor Tartiere dio su nombre al estadio sucesor de Buenavista. La mejor vista la tuvo la afición carbayona apoyando la iniciativa.
Pero el Ovieu a día de hoy, bien que lo veu, ha venido al Cartagonova en esta noche de especial humedad que llega a los huesos, con la piel de cordero pero claramente a jugárselas todas con un zorro de la estrategia como el ecuatoguineano Álvaro Cervera, de 57 años, conocido por 'El Gafa', que fue siete años entrenador en el Cádiz, en 2B, Segunda y Primera. Su arranque como técnico se dio en tierras valencianas, en Catarroja y después en el Castellón con el éxito de ascender a Segunda en 2004-2005. Tenerife fue uno de sus destinos importantes. En julio de 2012 firmó en la Isla y poco antes de conseguir el ascenso a Segunda en su debut renovó hasta 2015, siendo no obstante despedido de sus funciones el 2 de febrero de 2015. Entonces tenía un contrato vigente hasta 2018. En Cádiz, al que ascendió a Primera, Cervera no habría recibido la prima por el ascenso conseguido casi dos años atrás. Claros y oscuros en la vida profesional de un entrenador. Es un enamorado del 4-4-2.
Con 38 campañas en Primera División, los azulones se ven ahora con esos pelos, sufriendo en Segunda, una categoría que conocen muchísimo, con 40 ligas a cuestas. La golosa y prestigiosa Primera División la dejaron en 2000-2001, al acabar el 18º en una liga de 20, y a medio plazo siguen pensando en recuperar el 'cielo' primerdivisionista. Aquel desventurado año del descenso ovetense lo fue con una plantilla comandada por el serbio Radomir Antich, fallecido hace casi tres años en Madrid. Y, ojo al dato, como solía decir JM García 'El Butanito'. en su historial entrenó a tres grandes: Real Madrid, relevando a Di Stéfano en el banquillo; At. Madrid, sustituyendo a Aguiar, entrenador de la casa colchonera, y a Louis Van Gal en FC Barcelona. Ese año los carbayones contaban con treinta y cuatro futbolistas, de los que 12 eran extranjeros de nueve nacionalidades (la Torre de Babel, allá por Babilonia, con demasiadas lenguas). Los serbios eran tres: Martinović, Tomić y Albert Nadj. Los demás: Okopko, ucraniano; Keita, costamarfileño; Paunović, macedonio del Norte; Rabarivony, malgache/francés; Moller, danés; Juan González, uruguayo; Collymore, barbadense/inglés; y Joyce Moreno, panameño.
Y además con el lujo de contar con el goleador Oli (Oliverio Jesús Álvarez, hoy con 50 años de edad) al que he visto jugar y moverse en las áreas como una ardilla. Marcó 20 goles en la máxima división. Y, ah, fue compañero de Iván Iglesias en el Cartagonova FC de Florentino Manzano García en 2002-2003, con veinte actuaciones. Andaba de entrenador malagueño Miguel Rivera, de 61 años, hoy míster de la UD Melilla en Segunda División RFEF, líder del grupo 5 con 43 puntos, cuatro más que el At. Madrid B, su inmediato perseguidor.
Por cierto, con los melillenses juega el gijonés cartagenero Álvaro Muñiz Cegarra, de 34 años. Álvaro, profesional siempre con las maletas preparadas, actuó entre 2009 a 2011 en aquel extraño Cartagena-La Unión. Y el torrevejense Casimiro Torres, hoy con 63 años, fue el preparador. El valiente empresario unionense José Francisco Beltrán no dejó de dar protección moral, ayudando en lo económico, dicen que entre las cortinas.
No tenía otra este viernes el Oviedo, que no amurniarse en Benipila, lo que en bable, la lengua autóctona de aquella verde comunidad, quiere decir no arrugarse, no encogerse. De nada les sirvió porque el Cartagena fue mejor. Los seguidores desplazados en corto número, algunos tal vez de las peñas Azul 1926, Azul Albéniz o Azul Chiribi El Jorobu hicieron una piña y, digo yo, con castañas calientes, asadas en tiznada sartén, negra como el porvenir deportivo carbayón, y unas fresquitas sidras 0/0 sacas de algún lagar de Villaviciosa, pasaron la noche de San Álvaro, casualidad que fuese la onomástica del entrenador, que solo invitaría al personal en el caso de ganar. Por el empate, ni una aceituna. Y por perder, no os cuento. Les aguardaba el regreso con 894 kilómetros por delante, si no se quedaban a dormir en Los Habaneros, por empatizar con este hotel de la Subida de San Diego porque el autor de "Asturias patria querida", Ignacio Piñeiro, era mulato cubano.
Situado a 6 puntos del ascenso y a 3 del Cartagena, por arriba, los asturianos no vinieron con la sidra al cuello pero sí conscientes de que Albacete, Mirandés y Tenerife, les aguardan en las próximas jornadas y ninguno del trío son facilones.
LUISMI, EL SACRIFICADO JUGADOR DE LA PROTECCIÓN EN LA CABEZA
Luis Miguel Sánchez Benítez 'Luismi', de 31 años, natural de Cádiz, cuando jugaba en la primera jornada de Liga, el 14 de agosto de 2022 en el Oviedo-Andorra (0-1) sufrió un golpe de importancia en la testa en el minuto 76 y fue relevado por su compañero Montoro. Hasta el 25 de septiembre no volvió a jugar y lo hizo en el Anxo Carro de Lugo (0-0). El dorsal 5 de los azul cobalto se perdió seis jornadas de la competición y desde que volvió exhibe en el terreno de juego una llamativa protección en su cabeza. Esta noche en el Cartagonova se le vio con su especial seña de identidad. Los ojos se van directo a lo diferente. No estuvo mal Luismi, quien jugó los 90 minutos y vio tarjeta amarilla.
Pero lo llamativo es que el mismo futbolista andaluz, surgido de la cantera sevillista, sufrió el 11 de noviembre de 2012, jugando en el Sevilla Atlético, entrenado por el antequerano Ramón Tejada, hoy con 49 años, frente al Real Jaén de Manolo Herrero, de 52 años, de Andújar (Jaén) un percance con rotura de dos huesos del cráneo, fue operado de urgencia y pasó a la UCI, una circunstancia que le forzó a estar retirado un año. Ya repuesto, en marzo de 2014 comenzó a actuar de nuevo en el mismo club.
En 2015 firmó contrato con el primer equipo del Sevilla. En el verano de 2016 se comprometió con el Real Valladolid para dos años y en enero de 2020 los pucelanos, entrenados por el barcelonés Sergio González Serrano, lo cedieron por dos campañas al Elche. En la ciudad de las palmeras completó una de ellas (11 partidos, como se pudo, pues el Covid-19 afectó a la normalidad) y regresó al R. Oviedo en agosto de 2021 con un un compromiso de dos años y la opción de un tercero.
El 3 de abril del año pasado jugó en el Cartagonova (1-2) y marcó a los 8 minutos el 0-1. Y aunque Rubén Castro empató de penalti en el 41' el gol de la victoria carbayona fue del madrileño Joni Montiel, en el 70'. Montiel, de 24 años, pertenece hoy a la plantilla del Levante para el que ha marcado tres tantos.
Luismi sigue participando en los encuentros con la protección en la cabeza que le fue recomendada. Es un seguro.
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BUENA LABOR DEL ÁRBITRO VALENCIANO FUENTES MOLINA
Juan Carlos Pelegrín nos ilustra acerca de la labor y antecedentes del colegiado de esta noche.
Andrés Fuentes Molina
Te echamos de menos en YouTube Maestro!!
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