La carta secreta de Marc Martínez, del FC Cartagena, a los Reyes Magos
Dicen que Marc
Martínez salió el sábado del estadio Anduva con taquicardias. ¿A quién no
le extraña? Pongámonos en su lugar. Pero
es que también me chivatean que el porterazo ha pedido cita urgente al
cardiólogo. Otro benemérito vocero seguidor
del sindicato de los cotilleos me sopla al oído que lo que tiene el guardameta
es una infección severa por golitis evitabilus (del latín
macarrónico) y que deriva en la molesta enterocolitis
que nos cuesta kilómetros de papel higiénico cinco capas a cuantos vimos con
sobresalto por la tele Movistar los patinazos por la banda de nuestro 22 (los dos
patitos). Aquella orquesta
ambulante del Empastre desafinando sobre el albero de la extinta Plaza de Toros
que no la resucita un ejército de Lázaros de Betania.
A Marc le aguarda en la clínica una ecogolgrafía a color de todo corazón. Que todos los días al ex Trofeo Zamora no encaja 4 goles por el flanco delmás fallón. Criaturica de defensa, el baturro, candoroso y blando como el pan de Viena, que en lo que va de Liga no ha visto una sola cartulina. Hoy intuyo deben de llamarle en el vestuario Don Limpio, véase el monigote de la publicidad. Es Delmás la antípoda de un Andújar que derrocha la recepción del tarjeteo sumando dos rojas y ocho amarillas, con razón o sin ella, que esa es otra. Algunos árbitros se han cebado en castigarle por saltar en busca del balón con hachas adheridas a sus brazos cortando las cabezas de los contrarios. Exageraos.
A Marc, previo a esa ecolgografía
doppler color para ver el flujo
de la sangre, me largan por bocas de serpiente venenosa que en la analítica el
hematocrito le va a dar glóbulos rojillos (el color del incansable, bravo y
moscacojonera del Mirandés) cuando lo normal sería que nuestro admirado porterazo tuviese
glóbulos blancos y negros.
-Doctor, ¿qué me pasa? (pregunta Marc
preocupado)
“Nada de importancia. Le voy a
recetar no a usted sino a la B&B que le escriban ya a los Reyes Magos para
que en enero les traigan un lote de defensas, y al entrenador un Manual de Contrarrestación del Balón Parado,
última edición del Profesor japonés Kenó Tenteras Kontreras. Mano de santo”.
Pero es de justicia decir ya que el 4-1 es engañoso como me pareció el abrazo del oso que le dio al final el míster mirandesista a su colega Borja. El partido fue tan extraño que bien pudo acabar en 4-4 si los postes no hubieran jugado del lado jabato y si Rubén Castro hubiese metido el penalti que le hicieron: el canarión lanzó por encima del larguero. Y lo más chocante es que con el 3-1 el Mirandés se cagó encima (con perdón) viendo que el Cartagena se lo merendaba con constantes ataques. No se fiaban y llegaron a perder tiempo, con algunas caídas al verde. Llegaron a pedir la hora y se impuso el tan de moda Toque de Queda (“quédate en el suelo”) y además hubo más de un penalti en el partido: el ostión que le dio en el coco a Carrasquilla el tal Lizoain (29 años), sucesor del gran Jesús Limones (34 años), chupando banquillo) al despejar de paso un balón fue de campeonato.
El panorama del Efesé, si miramos el calendario de la Smartbank es para meter miedo en el cuerpo, pero con atenuantes. El programa es siniestro y enigmático como el gobierno Frankenstein, porque el tripartido que viene, con un Mallorca envalentonado, eufórico, lanzado, agrio y también ensaimado al propio tiempo, un Rayo con mucha chispa y un Espanyol catalán (como debe ser) queriendo meter al equipo albinegro con los malos de la película, en la cola del grupo y en el zulo oscuro, es para tener en cuenta.
Pero también se debe considerar que el sufridor FC Cartagena es uno de los Líderes de la Posesión. Se entiende que se posee el balón más que el rival: en Castalia ganó por 53% frente a 47% y en Anduva anduvo la cosa por similar porcentaje favorable: 53% ante 47%. Aunque de victorias morales están llenos los cementerios de equipos.
https://www.youtube.com/watch?v=demns4s1BLM&feature=youtu.be
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